4 janvier 2012

Pelos en tres

HA leído uno con interés la entrevista de Orhan Pamuk que apareció en El País hace unos días. A las entrevistas hay que darles la importancia que tienen, pues a menudo los entrevistadores acaban haciéndoles decir a sus entrevistados cosas que estos no querían decir o, más grave aún, cosas que no dijeron en absoluto o que dijeron de modo muy diferente. 
Desde Estambul tiene uno a este autor en gran estima, aunque lo cierto es que algunas incursiones en su obra, posteriores a la lectura de aquel libro, no le deparasen la misma sorpresa ni parecido entusiasmo. No obstante se acerca uno siempre a él, si ve que lo entrevistan, con curiosidad. Se dice: la persona que escribió los últimos capítulos de aquel libro es alguien a quien hemos de escuchar con interés y respeto.
Hablaba en esta ocasión de las clases que ha impartido recientemente en una universidad americana. No le ha quedado a uno claro si las clases fueron exclusivas sobre Ana Karenina, que considera "la mejor novela jamás escrita". Es difícil saber si ha dicho eso exactamente, porque expresado de ese modo eso es una gran bobada. ¿Puede nadie asegurar que Ana Karenina es "mejor que" Guerra y Paz o que el Quijote? ¿Que  la literatura es una competición en la que las novelas o las obras entran en meta como en una carrera de caballos? Y a continuación añade: "Durante una de mis clases en la universidad de Harvard, con la sala a rebosar, les pregunté qué libro creían ellos que leía Ana Karenina en la célebre escena del tren. Muchos de ellos eran profesores de literatura rusa y no tenían respuesta. Algunos decían que leía a George Eliot, pero en realidad nadie lo sabe, ni siquiera los eruditos".
Se ha quedado uno un rato pensativo, porque no he sabido si O.P. hablaba en serio. Luego he inquirido con arrogancia, a pesar de haber estudiado en la universidad de Valladolid, o precisamente por ello: ¿Y qué importancia tiene el libro que leyera Ana Karenina? Tanta como preguntarnos qué había desayunado esa mañana. ¿No es una pérdida de tiempo preguntarnos lo que es irrelevante, más aún cuando nadie va a poder responderlo jamás?
Más adelante el propio Pamuk se refiere a sus "lecturas posmodernas". Comprendimos entonces que la posmodernidad acaso no haya sido sino una forma manierismo, que fue a su vez una puesta al día del bizantinismo, y que tal vez lo privativo de cierta modernidad, pos y pre, ha sido siempre cortar pelos en tres.


Tolstoi montando su caballo Délire, y con ropas de mendigo vagabundo





3 commentaires:

  1. Bueno, es cierto que no importa en absoluto qué leyera, pero... puestos a imaginar sería "gracioso" que hubiese sido... ¿Madame Bovary?

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  2. En efecto, es irrelevante intentar dilucidar lo que fuera leyendo Ana Karenina. Lo que es relevante es asegurarse de qué es lo que no iba leyendo, ya que si se descubriera que iba leyendo algo de César Vidal, Ussía, o Pío Moa, por ejemplo, nos veríamos obligados a tener un juicio más severo con el bueno de Tolstoi. Mientras no fuera leyendo nada de ese estilo, me conformo.
    Preciosas las fotos de Tolstoi, y en especial esa sacada en su vagabundaje.

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  3. Si parece que Tolstoi es de lo mejor, fue más que un escritor. Ana supongo leería " Boris Godunov " o algo de Pushkin. Me cae bien Pamuk , no he leído nada de él pero lo voy a mirar, yo soy de los que piensa que los Nobel se dan casi siempre a los mejores y que hay muchos mejores . El que siendo turco denuncie el genocidio armenio habla muy bien de Pamuk. Saludos, Manuel

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