12 décembre 2016

El premio que me tienes prometido

CADA año el Ministerio de Cultura concede unos cuantos premios nacionales a escritorxs y artistas, y estos, en general, los estiman en mucho. Han recaído a veces en obras y personas que los merecían y otras muchas más en quienes no, en la misma proporción que se da en la naturaleza lo bueno, lo malo y lo mediocre. Cuando el premio se lo han dado a alguien a quien estimo, me he alegrado, pero  nunca he creído que  el cometido del Estado fuera decretar qué obras literarias son mejores que otras, por lo mismo que no hay premios nacionales al mejor funcionario, médico o jornalero. El Estado, que no tiene competencias estéticas, está para aplicar buenas políticas en sanidad o en transportes públicos, no para hacer de espejito de la madrastra de Blancanieves.

“Pero hay un jurado que lo decide”, arguyen. Sí, nombrado por el Estado, que  es como si en un juicio el jurado lo nombrara el señor Lynch: lo probable es que a ese acusado lo acabaran linchando. Este año el Ministerio se ha retractado y ha desposeído al carmelita Luis de Baraizarra, miembro de la Real Academia de la Lengua Vasca, del premio nacional que acababan de concederle por su traducción de las obras de Santa Teresa al vascuence. Las bases dicen que las traducciones han de serlo de una lengua extranjera a una lengua nacional, el castellano es una lengua nacional, ergo...  Sólo uno de los  jueces, miembro también de la Academia Vasca y compañero del premiado, sabía vascuence. ¿Qué dirían de esto los otros miembros y miembras del jurado? ¿Y cuántos vascos leerán ese libro en vascuence, o dicho de otro modo: cuántos vascos no podrían leerlo en castellano? No piensa uno hoy en si esos premios son legítimos, necesarios o de alguna utilidad pública. Hoy sólo pienso en ese reverendo carmelita. Ha comentado sentirse “como un niño al que se quita un caramelo”, y añadió: “Tenía que pasarme esto a mí”. Me imagino al buen fraile repitiendo los versos de nuestra santa: “No me mueve, mi Dios, para quererte / el premio que me tienes prometido... Pero, caramba, eso no se me hace a mí”. Durante años fue uno bastante beligerante reclamando  la supresión de estos premios. Ahora ya no. Ahora tiende uno a verlos como juego de niños, porque incluso cundo tienen, como aquí, un lado esperpéntico, despiertan un poco de ternura.

  [Publicado en el Magazine de La Vanguardia  el 11 de diciembre de 2016]

26 commentaires:

  1. Me parece mal, parece una rectificación debida a presiones políticas, más si tenemos en cuenta que Euskadi es el pináculo de la cultura española.
    Al quitarle el premio, el carmelita se siente señalado e incluso culpable de no sabe que.
    Lo que se da no se quita es un dicho, y los dichos no tienen moralina como los refranes.
    Creo que en Euskadi todos los lectores están leyendo Patria en castellano, me ha comentado un amigo de Baracaldo que el autor está alucinando de como van las ventas

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  2. Por accidente se ha borrado el comentario de un lector que objetaba la frase "¿Y cuántos vascos leerán ese libro en vascuence, o dicho de otro modo: cuántos vascos no podrían leerlo en castellano?" con esta pregunta: ¿y cuantos lectores pueden leer el Quijote sin necesidad de traducirlo al castellano actual? Se lo diré con un dato de Cis: menos del 20%. Lo que en una comunidad de 500 millones, da muchos millones. Y sí, ¿cuántos vascos leerán a santa Teresa en vascuence y cuantos de esos no podrían leerlo en un castellano bastante más sencillo que el de Cervantes? A otro lector le parecía que hablar de vascuence es hacer de menos al vasco, pero lo apropiado es usar vascuence para la lengua y vasco (y vascos) o vascongado para el gentilicio.

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    1. A mí el nombre que me ha gustado siempre mucho para referirme a mi tierra ha sido, por encima de Euskadi, País Vasco, etc., "Vasconia", aunque es una pena, ya que nadie lo usa.

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  3. Pensaba que el soneto era más anónimo que de Santa Teresa, aunque hay quien lo adjudicaba a San Juan de la Cruz o a otros grandes escritores del Siglo de Oro. En todo caso, es una joya como poema, que es lo que importa.

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  4. Los versos que se citan, y se atribuyen a Santa Teresa, son en realidad anónimos. Se han propuesto diversos autores (en el que más se ha insistido, parece, es en San Juan de Ávila), pero faltan argumentos decisivos. Hoy por hoy, el soneto "A Cristo crucificado", que así se le llama habitualmente, es de autor no conocido.

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  5. Siempre hay algo de escolar en los premios que concede un Estado. Algo de paternalista profesor premiando al alumno bueno de la clase. Y si el premiado tiene ya una edad… recuerdan al condescendiente homenaje en un asilo, con médico panzón y aburridas enfermeras aplaudiendo.

    Aunque al final los premios (estatales o no) son como los piropos: depende cómo y a quien. Y en ellos, casi nunca son todos los que están (al revés que en el asilo).

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  6. Es fácil criticar a los premios y a los premiados. Pero Fernando Pessoa, nada sospechoso de no merecer todos los que hubiera y aun los que no, ya dejó dicho, respecto al asunto de su libro "Mensagem" y en carta a Adolfo Casais Monteiro, que no consideraba que en presentarse, como él lo hizo con ese libro, a un premio oficial (el del Secretariado de Propaganda Nacional de la dictadura parafascista de Salazar, entonces en sus inicios), hubiera "pecado intelectual mayor". Así lo creo yo también.

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    1. Con carácter general, los premios son simples excesos de subjetividad, por no decir una perfecta farsa donde el ganador ya está adjudicado antes de convocarlo y los participantes son meros comparsas para llenar de flores el escenario del triunfo. Excepcional ha sido, se debe recordar, que al abrirse el sobre de la plica no se descubriera detrás del seudónimo el nombre de un célebre. Hombre, hombre...

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    2. Conozco a varias personas que son o han sido miembros habituales de jurados de esos premios sobre los que usted (no es el único) de tal modo disparata. Y me consta que son personas perfectamente honestas, que no se dejarían manipular del modo que usted supone.

      Lo que ocurre en este caso, como en tantos otros, es que el que haya sospechas (más o menos fundadas, que ésa es otra) de manipulación en el resultado de un premio literario es noticia, y se habla mucho de ello; el que no las haya no lo es, y por tanto los premios (la inmensa mayoría) donde efectivamente eso no ocurre, no se comentan. Que usted confunda el interés periodístico con la realidad es cosa exclusivamente suya.

      Y conste, porque me temo que usted es de los que sospecha de todo lo que no encaja con sus prejuicios, que yo JAMÁS he sido jurado de ningún premio ya de novela, ya de libros de poemas. Hablo de lo que sé y me consta, no de lo que me dicte ningún interés privado.

      Me temo que usted confunde, ya digo, lo planetario con lo real.

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    3. Me meto donde nadie me llama, pero me parece de una ingenuidad mayúscula presentarse a un premio pensando que siempre ganará el mejor. Las editoriales necesitan de nombres conocidos para vender libros en VIPS. De otro modo, comprobará usted que los superventas no suelen ser perfectos desconocidos que han escrito una obra de calidad. Avala el nombre por encima de la calidad. Y si le tengo que dar a alguien un premio la decisión no me supone ninguna duda.

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    4. Muchos de los premios literarios que se convocan en España no los patrocinan editoriales, sino Ayuntamientos y otros organismos locales y autonómicos. No creo que se planteen "vender libros en VIPS".

      Respecto a los premios más conocidos, únicos que parecen tener en cuenta mis contradictores, habría tanto que decir que no acabaríamos.

      Pero, ¿de veras cree mi tocayo que en lo que respecta al Premio Loewe, que cito por ser el más conocido, "el Jurado [del más reciente], presidido por Víctor García de la Concha, y formado por Francisco Brines, José Manuel Caballero Bonald, Antonio Colinas, Soledad Puértolas, Víctor Rodríguez Núñez [ganador de la edición de 2015, nota mía], Ana Rossetti, Jaime Siles y Luis Antonio de Villena", está ahí para favorecer los intereses de Visor, editora del Premio? ¿Cree que cualquiera de ellos necesita "trabajarse" al editor para poder publicar, o conseguir favores? (Varios de ellos ni siquiera publican con Visor, ni obviamente lo necesitan).

      Me temo que la "ingenuidad mayúscula" está aquí más bien de parte de quien cree que sus muy limitados prejuicios equivalen, y no tienen más remedio que equivaler, a la Verdad.

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    5. Yo me temo, aunque también le puede divertir en estas fechas, que el muy curtido AT debe estar tronchandose de risa ante esta defensa de la limpieza de los premios.

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  7. La cara oculta de Lula15 décembre 2016 à 20:48

    El mal no es que le quites el premio sino la milonga de la doble decisión,
    no tomar una decisión es peor que tomarla, pero si la tomas mal, apenca y no vayas de valiente cuando estás cometiendo una cobardía.
    Decía Cervantes que es mejor morir a manos de los demás que dejarte morir, lo leí en hemeroflexia, y en base a esa reflexión ( la más sabía que ha escrito nadie) yo voy a acudir a un psiquiatra para que me ayude a superar el pánico que me da tomar una decisión vital, necesito implantarme un DAI y lo que dice Cervantes es lo que me aconsejan mis apoyos personales.
    Leer te puede salvar la vida, aprecio más a Cervantes por sus consejos que por otra cosa, son consejos que sirven para que nos implantemos tecnología milagrosa y no tengamos miedo al futuro, podemos ser más que el tiempo que nos queda

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    1. "podemos ser más que el tiempo que nos queda": lo ha dicho usted muy bien. Suerte con su DAI y mucha salud en adelante.

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  8. En todos los colegios e institutos de España deberían enseñarse, en una asignatura llamada "Otras lenguas españolas", los rudimentos básicos del catalán, el euskera y el gallego. Al menos -repito- los rudimentos básicos. Mientras no sea así, no asumiremos que vivimos en un país plurilingüístico, con una riqueza cultural común y propia de todos los españoles; favoreciendo ese desconocimiento el victimismo y complejo de agravio nacionalista/independentista.

    SANDRA SUÁREZ

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    1. Exacto. Y aparte de los rudimentos de las "otras lenguas", siempre he dicho que, en vez de dos lenguas extranjeras (como se estudia en algunos centros), se deberían impartir una extranjera (inglés o la que sea) y una vernácula a elegir (catalán, vascuence, gallego...)

      El motivo sería la citada riqueza común. Lo del victimismo y el agravio tiene peor arreglo. Salen muy rentables ambas cosas, por ejemplo mediante ese delirante concepto de "multa lingüística" (hasta 8000 euros). Que tendría más sentido si la sanción fuese por sacar la lengua. Por ejemplo, a quien impone tan peregrino abuso por rotular en el idioma que uno quiera.

      Menos mal que la enorme "m" del McDonald's no es una "c". O multarían por no ponerla con cedilla.

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    2. La existencia de otras lenguas, además de la que es oficial en todo el territorio, es la norma, no la excepción, en lo que se llama "países de nuestro entorno".

      Por ejemplo, en Francia están, ademas del francés, el occitano, el provenzal, el gascón, el corso, el alsaciano, el brretón (además, claro, del catalán y el euskera); en Alemania el suabo, el bávaro, el franconio, el frisón, el pomeranio...; en Italia el véneto, el siciliano, el friulano... En NINGUNO de estos casos (y de tantos otros: ya digo que esa pluralidad de lenguas es la norma, no la excepción) se obliga a nadie a estudiar lengua regional alguna (salvo la propia, y sólo en algunos casos).

      Yo entiendo que eso es lo lógico: que las estudie libremente quien quiera, y que las instancias oficiales correspondientes se preocupen no de imponer nada, sino de que quien efectivamente desee estudiar alguna de ellas tenga facilidad para hacerlo.

      (¿Acaso el euskera o vascuence, el gallego, la fabla aragonesa o el asturiano son riqueza para un habitante de Madrid o de Soria, pero no para uno de Barcelona? Porque en Cataluña, que yo sepa, NO EXISTE esa obligación de estudiar ninguna lengua regional distinta de la propia).

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    3. “…que las instancias oficiales correspondientes se preocupen no de imponer nada, sino de que quien efectivamente desee estudiar alguna de ellas tenga facilidad para hacerlo”.

      Habría que aplicar eso a la "facilidad" (que no es tal) para estudiar EN castellano en Cataluña, por cierto…

      El problema es que lo optativo (si es que atrae siquiera) no enraíza en gente no formada todavía. Como saben bien los partidarios de la “inmersión” (cuasi mafiosa) de la cabeza en la bañera.



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  9. Desengáñese, Sandra. El victimismo, como tantos otros males autoinflingidos, carece de cura conocida.

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  10. Cuando a un niño se le obliga a aprender un idioma como el vasco o catalán o bretón se conculcan sus derechos.
    En Euskadi hay hombres y mujeres de 40 o más años que son descendientes de los pioneros gallegos que llegaron a Euskadi después de la guerra civil, esta gente son trilingües, hablan gallego, euskera y castellano.
    Yo de ser trilingüe prefiero dominar castellano, inglés y francés o alemán. Idiomas de futuro y presente que te sirvan para mirar al futuro, y no para satisfacer egos politicos fascistoides.
    La obligación de aprender un idioma regional es más de lo de siempre, fascismo puro y duro aplicado a los niños, y todo por un puñado de pestilentes votos

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    1. Según eso, toda la educación conculcaría derechos, ¿para qué estudiar trigonometría, si sólo la va a usar quien se convierta luego en ingeniero? Y de religión ni hablemos…O de educación física, ¿es que los niños no corren ya bastante?

      Prefiero estudiar inglés y catalán, que inglés y alemán, por ejemplo. Es más fácil que tenga que desplazarme a trabajar a Cataluña que a Alemania, siendo yo español. Y para trabajar en Cataluña, es forzoso (conculcador depende). Eso que me llevaría sabido en la maleta. Aparte de la posibilidad de leer a Josep Pla, por ejemplo (en castellano escribió poco).

      Para idioma de presente y futuro, el castellano mismo. Pero la calle (y los medios de comunicación) está llena de textos en inglés, sin traducción alguna.

      Se da por hecho que todo el mundo lo domina, los anuncios usan ya párrafos enteros (antes era sólo algo de “spanglish”).

      Yo sí lo entiendo bien (y a un nivel alto) pero mucha gente no, y no sólo la de avanzada edad. El error está en pensar que el mundo progresista y abierto es el externo, y poner uno biombos en su propia casa (algunos pondrían muros de cemento si pudieran, como Trump).

      Lo de llamar fascista a cualquier ingrediente conservador en el guiso (sea éste necesario o no), es una enquistada rémora, que no indica precisamente una mirada abierta hacia el futuro. Ni mucho conocimiento sobre los demás países, por cierto, donde no tienen ese tipo de complejos (más bien al contrario, lo veremos pronto cuando el nuevo César empiece a mover ficha).

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    2. Parece, sr. Bonifacio, que la polémica solo la vive usted con passsión latina en la otra trinchera. No olvide que la ósmosis literaria siempre ha sido famosa.

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    3. Pues no sé la diferencia, aunque quizá yo no la veo... Tengo más trincheras que esas dos, por cierto (inclusive una propia, en la que se puede oír caer un alfiler...).

      Gracias por fijarse en mí, lo entiendo como elogio. A veces me siento como un fantasma que no asusta a nadie, como el de Canterville de Wilde.

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  11. Pues a lo mejor es verdad, porque el niño es desvalido y sometido al poder e influencia del adulto. Sólo que entonces también se conculcan sus derechos cuando se le enseña religión, o se le enseña a leer, o a articular, o cuando se le ayuda a dar los primeros pasos, o se le ponen vacunas o se le da pelargón, o estreptomicina. A saber lo que opinaría el niño, si tuviese discernimiento, sobre lo que se hace con él. Puesto que no es así, y los padres son de facto dueños de la criatura (excepto en cuanto se refiere a causarle manifiesto daño físico), son los padres los que deciden. Si son testigos de Jehová a lo mejor no le hacen curas en el hospital; si son progres, a lo mejor regalarán camiones a las niñas y Barbies a los niños. Si son escritores a lo mejor le hacen leer el Quijote a los siete años. Y si son gallegos y les tira lo gallego, pues querrán enseñar su lengua a sus retoños. No difiere mucho de lo que hacen los padres/propietarios franceses o alemanes. Más bien es calcado. Lo que alucina es que se permita todavía ser padre o madre a cualquiera sin la más mínima "parent license", cuando si vas en coche sin "driving license" acabas fácilmente en el calabozo.

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    1. hay un nuevo concepto, el del infame homo deus que como aportador de esperma se creen que tiene derecho a dejar morir o matar a sus hijos.
      ¿Los Jehova son delincuentes? ¿ las sectas y los entrenadores infantiles abusan de los niños? ¿ hay romanones fuera de Granada?, son preguntas cuyas respuestas son fáciles.
      Deberíamos quemarnos a lo bonzo al cumplir 65 para dejar sitio en el camarote?.
      lo de sacrificarse por los demás ha pasado de virtud a locura, pero la explotación y el robo están más vivos que nunca. El mundo es un pañuelo con más mocos que mocosos

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    2. Tengo la costumbre de matizar, más que de llevar la contraria. En este caso no haré ninguna de ambas cosas.

      Simplemente tiene usted razón.

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